Menos humos

Hace apenas medio Podemos – Podemos quedará como la mínima unidad histórica disponible – se nos garantizaba desde el Gobierno autonómico que los fondos europeos extraordinarios conseguirían, brillantemente gestionados, modernizar y dinamizar la estructura económica de Canarias. Lo más divertido es que el mismo Gobierno nos cuenta  ahora que eso es lo que está pasando. El hondo saco financiero del programa NG lleva dos paquetes: los fondos REACT-EU, que se van en ayudas que necesitan un trámite administrativo relativamente sencillo, y que según la Consejería de Hacienda se han ejecutado ya en un 90% nada menos, y el  fondo del Mecanismo de Recuperación y Resilencia, que son asignaciones de gestión más compleja, y que se han ejecutado en un 28,4%, aunque siempre añaden corriendo que puede hacerse hasta 2026. Estos porcentajes, como quizás sospeche el amable lector, están sonrientemente manipulados, pero eso ya lo comentaremos otro día. Frente a cifras triunfales y chácharas mesiánicas, sin embargo, una luz repentina ha iluminado una realidad tangible. Luchamos duramente, provistos con la generosidad de Madrid y Bruselas, por modernizar nuestra economía con proyectos de  producción de hidrógeno verde o instalando paneles solares en los edificios públicos, pero mientras se gesta el milagro modernizador el logro inversor más tangible, visible y olfateable es el desembarco de Philip Morris en Canarias a través de un socio local, Dos Santos.  Otra vez el tabaco, compañero. Yo no creo que quepa descartar que el próximo año Fanjul Corp anuncie que pronto comenzará a plantar caña de azúcar en varios barrancos del archipiélago.

Los responsables de Philip Morris y Dos Santos se han entrevistado con el presidente Ángel Víctor Torres. Le comunicaron que van a invertir unos 15 millones de euros – una cifra francamente pichirre para la principal empresa multinacional dedicada a la producción y comercialización del tabaco – y que crearán más de 120 empleos en la factoría que pronto se abrirá en Gran Canaria.  En realidad Philip Morris abrirá aquí una factoría para producir en Canarias una línea de productos que dejará de producir en Cracovia: los puritos. En el centro polaco, en cambio, se facturarán exclusivamente “productos sin combustión” porque “la demanda es creciente”. Los puritos no se venderán ni en Canarias ni en España. Se enviará fundamentalmente a tres países donde las restricciones legales al consumo de tabaco son modestas: Letonia, Rumanía y Lituania.

Cada uno tiene su miopía particular. Yo lo que veo aquí es una empresa multinacional que fabricará en Gran Canaria un producto cancerígeno que venderá en países donde todavía es altamente rentable colarlo. Mientras tanto en Polonia se dedican a esa macabra fantasía del tabaco sin combustión que, según los dirigentes de Philip Morris, es “potencialmente menos nocivo” que el tabaco común y corriente. La clave está en el adverbio, largo como una panatela. Esos cacharros electrónicos son “potencialmente inocuos”, “potencialmente más tolerables”, “potencialmente menos destructivos”. Menos de un 5% de los exfumadores consiguieron superar en 2022 su adicción utilizando los inhaladores electrónicos como una etapa intermedia entre el cigarrillo y la abstinencia.  Cana año son diagnosticados en España unos 30.000 ciudadanos con cáncer de pulmón. La mayoría estarán muertos cinco años después. La relación causal entre el consumo de tabaco y el cáncer tiene el aval de una enorme literatura médica y ya no la discute nadie. Ni siquiera Philip Morris, aunque la combata responsablemente con adverbios de modo.

No hay nada que festejar porque una actividad industrial  potencialmente nociva llegue como una embajada de alegría y prosperidad a las islas. Sobran las felicitaciones y los aplausos para arropar una producción de capital extranjero que genera en potencia, y sin prescindir de una propaganda sistemáticamente engañosa, un reguero de muertes, enfermedades y dolor dentro o fuera  de nuestras fronteras. En esta tierra se diagnostican cada año 1.500 nuevos casos de cáncer de pulmón.  Y mas de un millar de isleños fallecen después de una batalla dolorosa, vejatoria, terrible, inútil. Menos humos con la generosidad inversora y los piropos institucionales.  Cada vez menos humos hasta que desaparezca esta silenciosa carnicería.

 

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?

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