Alfonso González Jerez

Su santa impunidad

El columnismo es un esfuerzo digno de mejor causa. Hay días en los que las miasmas son tan penetrantes que escribir se convierte en un riesgo respiratorio. Hace unos días, en conversación con varios compañeros encargados de información política, coincidimos todos en que los responsables públicos – sobre todo los de los partidos gobernantes – en la mayor parte de las ocasiones ya ni responden a las llamadas telefónicas de los periodistas. Que nos den y bien duro. Los excelentísimos y sus señorías se reservan para cosas más importantes. Está cuajando, como una placa de mierda cristalizada sobre las ventanas de la democracia, un desprecio absoluto por los medios de comunicación y una sensación de impunidad entre los que mandan que riéte tú de Ricardo Melchior a principios de siglo. Un ejemplo al azar. El ayuntamiento de La Laguna. El gobierno municipal que preside Luis Yeray Gutiérrez con la apostura de un maniquí de Mango lleva hasta dos años sin responder a numerosas preguntas de la oposición ni entregar documentación oficial. Por supuesto, tienen un tiempo tasado para contestar. No lo cumplen. Les trae absolutamente igual. Ah, aquel lejano pasado en el que Rubens Ascanio  –todavía sin endocrino ni pajarita – y Santiago Pérez – aun ignorante de que el PSOE solo deseaba parecerse a él hasta en los andares –bramaban en los plenos porque el gobierno de coalicioneros y  socialistas  — en el que por cierto participaba Gutiérrez — llevaba tres meses sin entregarles un decreto. Tres meses, obviamente, empapados en fascismo. Cuando, por fin, anteayer entregan parte de la documentación, se comprueba que esta peña se ha gastado cientos de miles de euros, todavía en plena pandemia, para gestionar sus redes sociales. El alcalde, él solito, más de 100.000, aparte de 15.000 púas para una estrategia de marketing sobre su augusta presencia así en la tierra como en el cielo. ¿Para transmitir qué noticias? Bueno, para repetir por enésima vez, verbigracia, que María José Roca, concejal de Comercio y Movilidad, mandó pintarrajear el suelo de la calle Heraclio Sánchez de vivos colores. Qué hermoso paso hacia una movilidad sostenible, inclusiva, pluricultural y respetuosa con la identidad sexual de todos los transeúntes.

¿Y lo de los cursos de Servicio Canario de Empleo en colaboración fraternal con el Cabildo de Gran Canaria? Esa tampoco decepciona. De repente aparece por la pantalla la pequeña colibrí del Gobierno autónomo,  Elena Máñez que pía sobre un micrófono que el SCE va a impartir cursos para aumentar las habilidades digitales de los trabajadores de la construcción. ¿Para trabajar dónde? Pues donde va a hacer, en el Salto Chira Soria, el brutal y mesiánico capricho de Antonio Morales, presidente del Cabildo grancanario. Además de disfrutar excomulgando a los críticos y a los descreídos y premiando a los fieles seguidores, Morales sacó un concurso millonario para la contratación y funcionamiento de una empresa que practica oficios marketineros repartiendo pasta en publicidad directa e indirecta del proyecto, y ahora consigue el apoyo decidido del Gobierno para legitimar el Salto Chira Soria como fuente de creación de millares de empleos. A los albañiles se les enseñará a utilizar el ordenador para destruir su propio país, y cuando terminen las obras pues ya pueden divertirse junado al Fornite el resto de su vida.

Tercera. El ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, ante la evolución de la covid, traslada las fiestas de carnaval a junio, y se plantea utilizar para celebrar concursos y actos la explanada donde se desarrollan concursos y conciertos como el que ofrece tradicionalmente la Orquesta Sinfónica en Navidad. La Autoridad Portuaria se niega sin detallar mayores razones. Y entonces aparece el presidente del Cabildo, Pedro Martín, para salvar la situación. Todo de una espontaneidad fabulosa. Nada, hombre, que lo hagan bambón honorario, diablo loco en excedencia, triquitraque sustituto. El muy carnavalero.

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Entrevista a Poli Suárez: «Namasté»

Poli Suárez, presidente del PP de Gran Canaria y diputado regional, ha sido ratificado en el reciente congreso de los conservadores como secretario general del Partido Popular de Canarias. Lo encontramos en su despacho, sentado en el suelo e  hilando en su propia rueca la humilde saya con la que a partir de ahora asistirá a los plenos parlamentarios.

Namasté. Queremos desterrar a absurda idea de que la derecha está vinculada con el dinero, con los poderosos, con las posesiones materiales, con el egoísmo. No somos así. El PP vive intensamente el dolor de la pobreza y la exclusión social. Creemos que ya basta. España y Canarias deben cambiar gobiernos que han traído pobreza y más pobreza a las islas…

–Ya había bastante pobreza antes de julio de 2019. Mucha.

–Sin duda, sin duda. Pero no era una pobreza tan triste como esta. ¿Usted conoció a los pobres de antes de julio de 2019? Gente vital, luchadora, y con un gran sentido del humor. Pero qué sandungueros eran los muy jodidos. Ahora los pobres han perdido la risa y la esperanza y ya ni siquiera cantan en la ducha. Ese es el terrible legado de Pedro Sánchez: entristecer la pobreza. Y esa pobreza triste y mohína crece, más que en cualquier otro lugar, en Canarias. ¡Que tristes son nuestros pobres! Bajo a dejarnos la piel para que los pobres vuelvan a estar puteados, para que me entienda, con una sonrisa. La amargura de los pobres es intolerable. Ya lo pasan lo suficientemente mal como para estar amargados.

–¿Por qué Manuel Domínguez?

–La pregunta correcta, desde mi punto de vista, sería ¿por qué no? ¿Tiene usted algo en contra de Manolo?

–¿Yo? No. ¿Ese es el criterio? ¿No tener enemigos jurados?

–Un hermano suyo jugó en el CD Tenerife y siempre combina bien las corbatas y los calcetines. Es alcalde de Los Realejos. Sabe leer en  voz alta. A veces se afeita dos veces al día ¿Qué más quiere?

–¿Liderazgo?

–Oiga, que tenemos de presidente nacional a Pablo Casado. En mi partido la capacidad de liderazgo es síntoma evidente de traición. ¿Me ha visto liderar usted algo alguna vez, más que el dolor de los pobres oprimidos por Sánchez y Torres? Si quiere le cuento la historia de Maruca. Es una pobre real, de carne y hueso. Estremecedora.  No solo es que tuviera hambre. Es que no tenía para comer. Maruca…

–¿Seguirá siendo usted, además se secretario general, presidente del PP de Gran Canaria?

–No veo por qué no. Soy polivalente. ¿Lo pilla? Es broma. Vamos, eso lo hizo María Australia. Imagínese lo difícil que es.

–¿Cuáles son los principales objetivos del PP en esta nueva etapa?

–El escudo social del Gobierno ha fracasado. Es un desastre que tristemente nos empobrece, que pobremente nos entristece. Nosotros queremos unas Canarias que avance en libertad, prosperidad e igualdad. Queremos un gobierno serio en el que se pueda confiar.

–Pero, ¿pactarían ustedes con Vox?

–En cinco minutos.

— ¿Bajo qué condiciones?

— Bueno, yo no admitiría que se cantase el Cara al sol al entrar y salir de la escuela. Aunque restándole las adherencias históricas,  musicalmente es un himno muy bonito, lleno de valores estéticos y rítmicos, hay que reconocerlo. Quizás, se me ocurre ahora, sería apropiado para entrar y salir de la escuela. Pero es una apreciación puramente personal, ¿eh?

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La jauría bizca

No digo que Melisa Rodríguez no merezca críticas y sarcasmos por la bochornosa historieta que se montó como víctima que vuela por la desgracia en primera clase. Es muy irritante que mientras cientos de familias se quedan sin hogar, sin propiedades y a veces sin trabajo una pudiente exdiputada se invente que ha sido desalojada, y nada menos que en dos ocasiones: de una vivienda en El Remo – pueden ustedes verla, es muy mona y muy cuca, en un reportaje audiovisual de El Time – y de una casona en Todoque. Lo que ocurre es que la casita de El Remo no es su vivienda habitual y la de Todoque es propiedad de unos familiares lejanos o amigos cercanos que la arquitecta considera “unos segundos padres”. Fuentes policiales han confirmado que ni fue desalojada nunca ni sus propiedades se han visto afectadas durante la larga y muy destructiva erupción volcánica.

Melisa Rodríguez dimitió como portavoz de Ciudadanos el pasado mes de abril y caben dudas legítimas sobre si sigue militando en el partido. Desde que fue tocada por el dedo divino de Albert Rivera y se catapultó a la política nacional Rodríguez se desvinculó a la organización canaria. Jamás le ha interesado para nada y, por supuesto, en el último año su indiferencia no ha cambiado. Para ciudad, Madrid. Quizás entiende que entiende que Ciudadanos, en Canarias como en toda España, es una fuerza residual cuyo destino más o menos inmediato es la desaparición. Se ha metido en este grotesco berenjenal  — tal vez – porque desde un concepto esencialmente pijo de la empatía la única solidaridad con las víctimas consiste en hacerse pasar por una y contarlo por la tele. Pero hay algo que me inquieta y es la furia porcina que ha caído sobre Melisa Rodríguez por su estúpido narcisismo. Es brutal, sañuda, despiadada, arrasadora. Rodríguez no ha cometido ningún delito. Ni siquiera se le puede acusar de intentar alguna picaresca. Lo que hizo fue mentir llevada a su obsesión por el figuroneo, su rubia melena prerrefaelista llorando bajo la ceniza volcánica. Sin embargo, consulta las redes sociales si quieres ver una exhibición cinegética. Por supuesto la unanimidad es absoluta en trazar una equivalencia entre su actitud en este asunto y su militancia en Ciudadanos. Quien va a hacer esto si no es alguien de Ciudadanos. Centro derecha, derecha, protofacistas, el trifachito, Melisa dimisión. Me extraña que aún no haya salido nadie exigiendo que se pele al rape.

Pasa algo similar que con el obispo bocazas. Gente mayor de edad pidiendo que lo destituyan ya, una multa millonaria, una humillación intolerable, persona non grata, saca la soga y la brea, la única iglesia que ilumina es la que arde. En primer lugar, a ver cuándo pasamos de indignarnos a reírnos si un obispo afirma que los homosexuales, ateos, agnósticos o seguidores de Satán o del Gran Espagueti Volador iremos al infierno. A reírnos a mandíbula batiente y a contar un par de chistes sobre curas y punto. El mejor enemigo del titular de la Diócesis Nivariense es Bernardo Álvarez y cada vez lo hace mejor, pero no ha incitado a odiar a nadie: se ha limitado a expresar una obviedad para la doctrina católica. Si pides su dimisión pide también la del papa y sus prelados, sus diáconos y sus seminaristas, sus teólogos  y sus monaguillos. Si Álvarez no ha cometido ningún delito ni falta reclamar su dimisión es una majadería. La separación entre Iglesia y Estado que rige constitucionalmente en España funciona en ambas direcciones. 

Lo más curiosos de estos casos  y otros muchos que se pudieran citar es que la jauría automática que se pone en funcionamiento en las redes sociales y la actitud de la mayoría de la opinión publicada es estrábica y mira solamente a un mismo lado, y casi nunca es a la izquierda. Entre las personalidades que serán investigadas judicialmente por el asunto de los terrenos en Geneto de CD Tenerife, además de Ricardo Melchior y Carlos Alonso, están, entre otros socialistas, Julio Pérez, consejero de Justicia y Administraciones Públicas del Ejecutivo regional. Que todo un consejero de Justicia pueda ser investigado judicialmente, es curioso, no merece ninguna condena instantánea ni propulsa furibundas persecuciones. No me digan que no es curioso.   

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El jabato

Manuel Domínguez, nuevo presidente del PP canario con el 97% de los votos -  El Día

El maldito pero oportuno covid contribuyó a que el XV Congreso del Partido Popular de Canarias se evidenciara como un trámite burocrático para un cambio de liderazgo más aburrido que tranquilo. Las prevenciones sanitarias llevaron a que la cita congresual se desarrollara fundamentalmente a través de medios telemáticos pero es que, además, no había sustancialmente nada que discutir, lo que supone uno de los principales problemas de los conservadores isleños. Y si no hay nada que discutir, ¿para qué reunirse? El covid les ha hecho un favor. Ciertamente hace ya muchos tiempo que las organizaciones políticas no debaten ni segregan análisis sobre su entorno social y el propio papel del partido. Soy incapaz de recordar cuando fue la última vez que de la dirección de cualquier formación haya salido un mísero documento solvente sobre algún aspecto de la política, económica o cultural de las islas. Ya no se dedican a eso. Pero incluso en ese contexto de miseria intelectual y vacío analítico el PP canario ha destacado por su  infinita pachorra. Al PP baratario le bastan dos cosas: los argumentarios y eslóganes que proceden de Madrid — nutridos siempre por un encochinado antisocialismo — y encontrar un liderazgo verosímil en Canarias. Solo consiguieron sumar ambas durante la etapa de José Manuel Soria, que en 2011 ganó las elecciones autonómicas con cerca de 300.000 votos. Antes se pudo disfrutar de José Miguel Bravo de Laguna, un señor que tenía el dinamismo político y el instinto de poder de un senador de la restauración canovista, y Asier Antona, un caso evidente de mal de altura que siempre se creyó mucho más listo de lo que era.

De hecho el PP de Canarias nunca se ha recuperado del incómodo retiro político de Soria. Antona tuvo un curioso apoyo de políticos y periodistas de izquierdas porque aplaudían su decisión de expulsar del poder de CC propiciando un pacto entre el PSOE y el PP – elevar a escala autonómica lo que era ya una realidad en La Palma –. Sí, los mismos políticos y periodistas que desde hace tres años consideran que el PP es un partido protogolpista e infinitamente corrupto, pero por entonces lo fundamental era despanzurrar a CC y llegar de una vez a los presupuestos públicos. Si Antona estaba dispuesto, arriba con él, aunque el PP se desmoronase  en ese triple salto mortal. Y así de los 288.000 votos de 2011 se pasaron a los 169.065 de 2015 y los 135.573 en 2019. María Australia Navarro se ha encargado del partido – y asumido la portavocía del grupo parlamentario – primero con frágiles esperanzas de montar su propia estructura de poder y luego con la resignación de saber que era imposible. Lo cierto es que el PP ha visto perder en los últimos cuatro años varios cientos de afiliados y que en las elecciones generales de 2019 observó con pasmo que también aquí Vox era capaz de conseguir buenos resultados sin candidatos reconocibles y casi sin campaña: de la casi nada a 118.000 papeletas. Vox le preocupa al PP en toda España, y también en las islas.

La decisión de la dirección nacional ha sido Manuel Domínguez, alcalde de Los Realejos desde hace una década y diputado regional. Aparte de su valor electoral está, por supuesto, el peso de la simpatía personal de Pablo Casado y Teodoro García Egea. Domínguez es una persona amable, afable y educada que detesta las broncas, el ruido y las zancadillas, pero anda algo corto de carisma y  de propuestas, salvo las de siempre. Bajo su aspecto de secundario de La casa de la pradera,  incoloro, inodoro e insípido como un canapé de caroso, el buen Domínguez ha llegado con una palabra, municipalismo, que se le cae constantemente de la boca, la recoge y la vuelve a mascar. Con toda sinceridad no sé si entiende lo que es. El municipalismo es la asociación de los municipios para defender sus intereses frente a otras administraciones y poderes del Estado; compendia, igualmente, la convicción de que los municipios deben disponer de la máxima autonomía para gestionar mejor los servicios a los ciudadanos. Pero Domínguez no se refiere a eso. Se refiere –como todos los presidentes exalcaldes que hemos tenido – a atender a la gente, desde el Gobierno, como si el Gobierno fuera un ayuntamiento. No suele salir demasiado bien. Decir que defenderá Canarias como “un jabato” tampoco tiene mucho sentido. Aquí no hay jabatos ni se conoce a jabato alguno que se gane la vida trabajando. Mejor es que esté atento como un perenquén. 

 

 

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Crónica parlamentaria. Hemos conseguido la unidad, perros

 

NC rechaza la decisión de la junta de gobierno de la FEMP para usar el...

Aunque el presidente de la Cámara, el siempre paciente Gustavo Matos, propuso las once de la mañana para comenzar el brevísimo pleno parlamentario de ayer, eso no convenció a muchas de sus señorías, a las que fastidiaba lo indecible eso de acercarse a la calle Teobaldo Power para tan corto trámite. De esta manera se abrió barra libre a la asistencia telemática, es decir, a quedarse en casa y conectarse por internet a semejante coñazo. Matos abrió la sesión explicando que la situación de la covid había llevado a varios diputados a participar on line en el pleno. Pero si uno pasaba lista de los ausentes encontraba incluso a diputados tinerfeños parpadeando en el zoom. Es un tendencia peligrosa que sus señorías decidan si asistir o no al pleno consultando solo a su real gana. Porque resulta enervante que los diputados actúen como si la democracia representativa pudiera ser un ejercicio no presencial mientras el Gobierno autónomo envía a los alumnos – desde Primaria a la Universidad – a asistir a clases. Sin olvidar que los alumnos no cobran nada mientras los diputados son  generosamente retribuidos con unos sueldos y dietas que se fijan objetiva y responsablemente a sí mismos.

Primero se debatió el informe que debería emitir la Cámara por las modificaciones en el Régimen Económico y Fiscal incluidas  en el proyecto de ley de medidas financieras de apoyo social y económico, que tiene su matriz en un real decreto ley del pasado 29 de diciembre. Es la enésima gracia rapajolera de doña María Jesús Montero hacia Canarias y su Parlamento  y su disposición final tercera encontró el respaldo de la mayoría parlamentaria. Sin embargo – y esto es bastante gracioso – la segunda disposición final también modifica el REF –aunque al respecto no se consulte a la asamblea canaria – porque viene a ampliar la vigencia de la Reserva de Inversiones (RIC) hasta este año, sin considerar el maremoto económico de 2020.

Sin embargo, asombrosamente, los mismos grupos (psocialistas, neocanarios, podemistas y curbelistas, más el añadido de Ricardo Fernández de la Puente Armas, cuyos apellidos podrían constituir  una mayoría entera) habían solicitado la pasada semana a la Mesa un recurso para que no se debatiera la propuesta de informe de Coalición Canaria, apoyada por el PP, para transmitirle al Ministerio de Hacienda que se ampliará hasta diciembre de 2022 la Reserva de Inversiones. Que durante una semana se estuviera “negociando” al respecto para luego incluir en el informe parlamentario la ampliación de la RIC durante doce meses más –tal y como habían planteado los coalicioneros – es indicativo del errático despiste que se vive casi cotidianamente en el seno de la mayoría gubernamental. Y no se trata tanto de diferencias sustanciales de criterio – por más que hayan sido NC y la ASG los que finalmente transmitieron al PSOE que lo de solicitar la ampliación de la RIC no era una mala idea – sino simplemente de trabajo cotidiano entre los grupos de la mayoría, que operan casi siempre al remolque de las necesidades normativas del Ejecutivo. Mayoritariamente van a cubrir el expediente, cuando no se sulfuran por alguna pequeña maldad coalicionera o pepera, como suele ocurrirle a María Esther González, diputada enérgica y trabajadora, pero carente de cualquier sentido de la ironía, que le afeó a la portavoz de CC, Rosa Dávila, que hubiera llamado a Nueva Canaria “los coros y danzas del PSOE”, cuando teniendo en cuenta los cuatro diputados que apenas alcanzan los compañeros de Román Rodríguez, es casi un elogio. González, con irritación mal contenida, explicó por enésima vez lo importante que es Nueva Canarias y insistió mucho en que Ana Oramas no hace nada en el Congreso de los Diputados y después de su arenga se marchó a respirar un rato. Es muy duro estar en el Gobierno, tú.

La unanimidad, en fin, fue casi completa. Faltó Sí Podemos Canarias. El venerable Manuel Marrero explicó que  su partido no estaba contra la Reserva de Inversiones como concepto abstracto y hasta si me apuran metafísico, tal y como ha asegurado en otras ocasiones, pero que no tienen más remedio que rechazarla en su forma actual. El honesto y plúmbeo sonsonete de Marrero siempre me recuerda al abad de La venganza de Don Mendo:

Abad: Caballeros, escuchad.

Gustavo Matos: Escuchad/ que habla el abad.

Abad: Un consejo permitid,/en nombre de la piedad/ de la que soy adalid/como abad y por mi edad

Lo que quiere Marrero con toda el alma es que los (malvados) empresarios que se acojan a la RIC tengan como requisito previo que se comprometan a crear puestos de trabajo. Y lo que nunca ha concretado Sí Podemos Canarias es una propuesta que defina y describa técnicamente tal compromiso. ¿Bastaría una declaración jurada del interesado? ¿Tendría el (malvado) empresario que comprometerse a contratar a un número determinado de trabajadores y cómo se calcularía? Vaya usted a saber si algún día se podrá saber. Uno sospecha que no y que el argumento de Podemos es, sobre todo, una estratagema para no comprometerse con el REF, por el que sienten una alergia incontrolable. Les suele pasar con todo aquello que evidencia la puñetera y arriscada complejidad del mundo.

Coalición y Partido Popular agradecieron a la mayoría parlamentaria y al Gobierno “que hayan rectificado”, con mucho sentimiento primero y un satisfecho sarcasmo después. PSOE y Nueva Canarias celebraron la unidad pero la salpicaron de hostias verbales. Iñaki Lavandera, con su habilidad retórica y su rostro marmóreo habitual asignó el éxito del informe  a los socialistas. Si no le hubieran inventado Lavandera tendría que existir. Reprochó a coalicioneros y conservadores que aprovechasen el debate para hablar de asuntos ajenos al objeto del mismo y acto seguido recordó los ERTE, los cientos de millones concedidos a pymes y autónomos y otros portentosos milagros de San Pedro, el custodio de las llaves del cielo.

La segunda parte del pleno fue aún más fugaz. La mayoría gubernamental se limitó a retirar de facto un decreto ley y así ampliar el plazo de aplicación del tipo cero en el IGIC a la importación o entrega de bienes para combatir los efectos de la pandemia. Así se unificó su regulación en estos casos. El pleno había durado menos de hora y media y había todo el tiempo del mundo para un desayuno tardío  o un almuerzo temprano: la democracia sentimental – y los decretos del Ministerio de Hacienda — lo polariza todo.

Publicado el por Alfonso González Jerez en Crónica parlamentaria ¿Qué opinas?