Inicialmente el anuncio de Tomás Padrón, fundador y líder de la Agrupación Herreña Independiente, de liquidar su biografía política no es una señal inequívoca de que su partido vaya a abandonar Coalición Canaria. Más bien se le antoja a uno lo contrario: el señor Padrón ha anunciado que no se presentará en ninguna lista en las próximas elecciones porque las principales figuras de AHI no están demasiado dispuestas a abandonar CC antes de los comicios autonómicos y locales de mayo. Conviene no olvidar que don Tomás Padrón se debe, en primerísimo lugar, a su propia parroquia – esa es la clave de su éxito, la explicación de su supervivencia, la naturaleza de su talante político – y que no toma ninguna decisión importante para epatar a públicos y teatros de otras islas.
No. Para Padrón lo prioritario era y es que no se produzca una noche de cuchillos largos en AHI. Si hubiera anunciado su retirada hace seis meses las broncas intestinas podrían haber llegado a ser incontrolables; si se presentara de nuevo a las elecciones, se le hubiera presionado para continuar hasta el 2015, con más de setenta años a las espaldas. Mientras conserva la autoritas moral en el partido – un partido fuertemente asambleario y en el que las relaciones personales son fundamentales – puede influir considerablemente en una sucesión que, en cualquier caso, nunca podrá trasmitir automáticamente un carisma fogueado en tres décadas de liderazgo hiperactivo. Se menciona mucho a Belén Allende, pero esta insistencia se debe, sobre todo, a la fotogénica posición de la diputada regional y al escaso conocimiento periodístico de AHÍ. Y lo importante en el ecosistema del poder herreño no es quien hable desde Teobaldo Power, sino quien ostente la Presidencia del Cabildo Insular en junio: Javier Morales, actual vicepresidente y excomisario de Acción Exterior, o Cándido Padrón, viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno autonómico.
Por supuesto que Tomás Padrón está muy cabreado con Paulino Rivero. Quizás incluso más de lo que Paulino Rivero se merece. Porque Padrón entiende que Rivero es un presidente que recorre cotidianamente Canarias de punta a punta, pero que lo hace encapsulado en su condición presidencial, sin discutir los asuntos estratégicos (como lo hacían Manuel Hermoso y Adán Martín) con los presidentes cabildicios, es decir, con los auténticos menceyes de CC. Y no renuncia a mandar a CC al diablo. Ahora tiene otro argumento. No lo haría por sí mismo. Lo haría por AHI y El Hierro.
(*) Antepenúltima hora: frente a los citados, el nombre que más apoyos concita entre cuadros y militancia de AHI, sobre todo a la hora de desactivar la candidatura de Belén Allende, es el de Javier Armas, vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda del Cabildo de El Hierro).