«Coalición Canaria ha querido pactar con dios y con el diablo». Supongo que para el teólogo en cuestión, Miguel Cabrera Pérez-Camacho, dios es el Partido Popular y el diablo, por supuesto, el PSOE, encarnado en las enjutas carnes de José Luis Rodríguez Zapatero, ah mísero, ah infelice. Inseminar la política con relatos o metáforas religiosas suele tener ingratos resultados. La religión no admite el diálogo. Una vez constatado el lugar donde se sitúa a cada uno -entre los justos o entre los pecadores- se acaba con cualquier reducto de debate. Por otra parte la declaración del señor Cabrera Pérez-Camacho desvela una dimensión espiritual en el pacto entre coalicioneros y conservadores que permanecía inédita hasta este pleno. Porque en el dichoso o desdichado pacto no existía ninguna estipulación que condicionara la posición política en las Cortes de los firmantes. La pedestre y a la vez angelical metáfora del ex portavoz parlamentario del PP, expulsado en su día de las proximidades del Trono de Soria Padre, Hijo y Espíritu Santo, tiene, sin embargo, su utilidad: eludir una explicación adulta de los motivos del PP de romper el acuerdo con CC en vísperas de la aprobación de los presupuestos de la Comunidad para 2011.
“Este es un gobierno de mini minoría y a usted le espera el futuro de Robespierre”. Francisco Hernández Spínola. La acuñación del concepto de mini minoría es una aportación a la ciencia política que ya hubiera querido para sí Norberto Bobbio. El señor Hernández-Spínola sabe perfectamente que CC dispondrá de un tortuoso o cantinflesco apoyo del PP, tanto en la aprobación del proyecto presupuestario como en los próximos seis meses. Frente a los gobiernos microminoritarios se suelen emplear un mecanismo que se llama moción de censura. Y eso de comparar a Paulino Rivero con Roberpierre. Me imagino que es una forma de llamarle incorruptible, aunque Robespierre solo hizo footing camino de la guillotina. La derecha mezcla la religión con la política. La izquierda combina y legitima la política con imaginarias sanciones históricas.
“Les pido que no quemen las naves ni destruyan los puentes de entendimiento recordando la cita del próximo mayo”. José Miguel Ruano. A la Religión y la Historia se le une el tercer agente que obstruye la acción política democrática, que no es otro que el Mercado. En este caso, concretamente, el mercado electoral. Y Ruano se lo recuerda amablemente a los dos socios. Les recuerda, por si hace falta, que son necesario dos para mantener la compañía Nosotros, S. A.